Lear

Sigo leyendo "El Canon Occidental" de Bloom y sinceramente, se le quitan a uno las ganas de ser escritor sabiendo que Shakespeare es incomparable... fijaos... cojo una hoja al azar de "La Tragedia del Rey Lear" y obtengo está desesperante respuesta:

"Voy a decirtelo. ¡Vida y muerte! ¡Me avergüenzo de que tengas poder para quebrantar así mi fortaleza de hombre! ¡Que estas lágrimas abrasadoras, que vierto a pesar mío, te hagan dignas de ellas! ¡Caigan sobre tí ráfagas y torbellinos! Las heridas incurables de la maldición de un padre horaden todos tus sentidos. ¡Viejos ojos míos de loco, llorad de nuevo por esta causa, y os arrancaré y enviaré a que ablandéis la arcilla con las lágrimas que dejáis escapar! ¡Si! ¡Hemos llegado a esto! ¡Sea! Aún me queda una hija, que tengo por seguro es tierna y compasiva; cuando sepa lo que has hecho, con sus uñas desgarrará tu cara de loba. Verás como recobro la personalidad que piensas que he adbicado para siempre."

El Rey Lear a Gonerila, su hija.


Es triste pensar que el Canon está establecido de una manera tan potente y que cualquier cosa que escriba no lo va a desplazar, aunque quizás, si leo atentamente lo anterior, sea capaz de alguna vez hacerme hueco en él, si sigo en esta senda de la escritura...