La Veréa
Aquí en mi tierra (de adopción) se suele decir aquello de cuando un tonto coge una veréa, la veréa se acaba pero el tonto sigue.
Pues en esas está Aznar. La veréa se le acabó hace tiempo: es un cadáver político y su Fundación (FAES) no se ha convertido en lo que muchos vaticinaron si no más bien en un aborto donde no surge ni ideas ni nada, solo titulares de vez en cuando.
Pero el sigue:
Ahora está en negar el Cambio Climático y en defender que la cárcel de Guantánamo ha de seguir abierta.
Esta invitado como ponente a una Conferencia negacionista que se celebra en estos días en Nueva York y que tiene como objetivo propagar la mentira de que el cambio climático es solo una patraña de Al Gore y cuatro científicos “progres” más.
Como es natural, cualquiera que haya visto "Una Verdad Incómoda" o haya asistado a alguna de las charlas de Al Gore, sabe que este objetivo es fútil: las pruebas científicas están más que contrastadas y solo pseudo científicos a cargo de las petroleras norteamericanas dicen lo contrario.
En ninguna revista científica de altísimo rigor, bien sea Science o Nature por poner los dos ejemplos más claros se ha escrito nunca un artículo en contra del cambio climático, por la razón obvia de que no pasaría los estrictos controles a los que los editores someten cualquier cosa que tenga intención de publicarse.
Tampoco en revistas más comerciales, pero con un indudable mayor potencial para afectar a la opinión pública, como puede ser National Geographic, se ha dado pábulo a teorías peregrinas negacionistas. Normalmente porque, aunque estás revistas son más divulgativas que científicas, están editadas por grandes amantes de la naturaleza, que a pie de campo, ven constantemente los efectos del ser humano en su entorno.
El único motivo por el que estos lobbys negacionistas siguen teniendo cierta importancia es porque tienen importantes grupos económicos detrás, como en el caso de las petroleras.
Antes pensaba que Aznar solo decía estas sandeces por la pasta que le daba “el amigo americano”. Ahora creo que realmente se cree todas estas tonterías, que se ha propuesto pasar a la historia como una mezcla de la Tatcher (ese pelo suyo de ahora les hace parecerse mucho) sumada con unas gotitas de “Sweet Neo Con” y la naftalina propia de la derechona post-neo-fascista española.
Sin embargo, lo más triste es que un Presidente del Gobierno (Aznar no es ex, en España el cargo se mantiene) este a favor de la tortura y lo vaya proclamando a los cuatro vientos. El daño que le hace a la imagen de nuestro país difícilmente es solventable, menos mal que están Alonso y Nadal para compensarlo.
Y digo yo... ¿Qué opinará la concejala de Medio Ambiente de Madrid de todo esto?
Un saludo,
Carlos.
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