En defensa propia.
AP Photo © Khalil Hamra
Llevo 3 días conteniendo la rabia. Conteniendo las palabras. Conteniendo la ira que me provoca el violento ataque que el Gobierno israelí ha desatado sobre la franja de Gaza, en un acto de crueldad y violencia indigno de un país supuestamente democrático, sin justificación mediada y con la sola intención de matar.
Y de ganar unos votos.
En Agosto de 2006, vimos una ofensiva similar por parte del estado Israelí y vimos como parte del Líbano era atacado y destruido indiscriminadamente por fuerzas militares israelíes. Entonces el objetivo del Estado de Israel era acabar con Hezbolá.
Entonces, unas 1200 personas civiles murieron (sin contar los daños materiales producidos a un país vecino) por esos ataques indiscriminados en una respuesta absolutamente desproporcionada al secuestro de dos soldados israelíes. En aquella ocasión, el Gobierno Israelí no dudo en permitir que su ejercito usara bombas de racimo para que la destrucción fuera masiva. Del lado Israelí, murieron 41 civiles por los efectos de los cohetes Katyusha lanzados desde la frontera con el Líbano.
Pero a pesar de toda la destrucción y muerte, Israel perdió esa "guerra" (más bien habría que hablar de batalla,...). Israel a instancias de Naciones Unidas y la presión internacional tuvo que abandonar los territorios del sur del Líbano ocupados.
En clave política, podríamos interpretar como un fracaso el resultado de esta guerra que libró el Primer Ministro, entonces y ahora: Ehud Ólmert.
¿Alguien se imagina el ridículo (mayor) que habría hecho Aznar si no hubiera podido recuperar el islote perejil?
Esto es una situación parecida, pero de unos cuantos de ordenes de magnitud mayor. Mucho mayor.
En Mayo de 2007 tuvo que enfrentarse a una manifestación de 100.000 personas (en Israel) pidiendo su dimisión, por esta "Segunda Guerra del Líbano".
Por esto, su partido el "Kadima" se encuentra en una situación muy complicada de cara a las próximas elecciones del mes de Febrero, donde su Ministra de Exteriores Tzipi Livni, se disputará las elecciones a Primer Ministro.
¿Existe intención por parte del Gobierno Israelí de revancha? ¿Necesitan este ataque y una hipotética victoria sobre Hamás en la franja de Gaza para legitimarse?
La respuesta es si.
Esta ofensiva no es ni más ni menos que para recuperar los territorios que Israel y el Gobierno de Ariel Sharon, también de Kadima, abandonaron durante el Plan de Retirada Unilateral Israelí, un plan impopular que supuso desmantelar una pequeña parte de las colonias de judíos sionista en territorios palestinos.
La cruda realidad es que más allá de las terribles decisiones que han tomado los distintos gobiernos israelíes desde su creación, amparados en el derecho a una legítima defensa mal entendida, su política interna es endogámica, cainita y tremendamente corrupta. Cada facción, cada partido, cada grupo de presión o cada conjunto de judíos fundamentalistas, el ejercito o los servicios secretos del Mossad, está más preocupado en mantener su cuota de poder, su pequeña parcela de territorio mesiánico que en solucionar la paz.
Y es que la paz no les conviene ni interesa. Con la paz, ¿Qué mensaje fuerza tendrían para mantener a los ciudadanos movilizados sin que miraran si su política es buena o mala gestionando el país?
Y luego están los ciudadanos, permeables e inamovibles en lo que son su gran mayoría: fundamentalistas que volvieron a la tierra prometida después de siglos de diáspora.
Sedientos de sangre y venganza. Rezan ante el Muro de las Lamentaciones, no por la paz, si no por la destrucción de todos los palestinos. Porque están en guerra. En guerra contra el terror.
No les importa ni el dolor ni la muerte que han generado en los últimos sesenta años. No les importa el genocidio, igual al que padecieron ellos durante la Segunda Guerra Mundial, al que están sometiendo a los palestinos. No les importan que lo que sus medios, sus políticos y sus rabinos llaman una guerra no sea más que una masacre tras otra.
¿Que sucedería si Jordania, Líbano, o Siria bombardearan con 100 toneladas de bombas Tel Aviv y territorios adyacentes como ellos han hecho con la franja de Gaza?
¿Acaso no tiene derecho Siria a hacerlo puesto que Israel mantiene ocupados unos territorios suyos, los Altos del Golán, desde hace cuarenta años, si aplicáramos la misma vara de medir que usan los judíos?
Los judíos justifican cada acto en contra de palestinos, sirios, libaneses o jordanos en que simplemente, se están defendiendo. Y es probable que hasta hace algunos años fuera así, pero el ejemplo corrupto de lnvasión de Irak por parte de EEUU y la justificación de que se podían hacer "Guerras preventivas" en pos de la seguridad ha dado alas a los gobiernos israelíes a ir cada vez más allá, siempre bajo el paraguas del aliado norteamericano.
Y ahora, por todo esto, por toda esta mierda, hay cientos de palestinos muriendo en las calles de Gaza, más de 300 hace unas horas... quien sabe cuanto más en estos mismos momentos.
Mientras tanto, y con un George W. Bush en estado de coma, Barack Obama calla y aguarda de vacaciones en Hawai. Su silencio empieza a ser demasiado atronador.
Carlos.
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