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CruceDeCaminos

Palabras Que Se Lleva El Viento

Hola A Todo@s!!

Solo dos habeís puesto lo que quereís... y aunque me ha influido más notablemente lo que piensa La Mariposa (No te enfadas conmigo EnElCamino)... he decidido subir las dos historias a ver cual os gusta más. Siguiendo con la mezcla de ficción y realidad, ambas comienzan igual o al menos de forma parecida. Por ahora solo tengo terminada la versión real de lo ocurrido, así que pongo esta primera y espero vuestros comentarios.

Un saludo,

Carlos.

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Realidad.

Salgo de casa a la una y media. Hay poco tráfico, tengo suerte y los semáforos se encuentran en verde, tardo poco menos de cinco minutos en llegar al campus y aparcar. El coche está sucio y un día más, al bajarme de él, pienso que cuando vuelva debería ir a lavarlo. Aunque este pensamiento me lleva a otro, igual de repetitivo, porqué sé que posteriormente me dará pereza y no lo haré.

Al salir del coche, me pongo los auriculares y busco, con el pequeño mando a distancia que está a mitad del cable, la canción que, por ahora, más me gusta del nuevo disco de U2... City of Blinding Lights. En los auriculares toda música se oye mejor y encuentro nuevos detalles a los rifts de The Edge. Muevo los labios y voy tarareando la canción para mí mismo. Todo esto mientras subo las escaleras y paso por ese pequeño edificio, debajo de su techo de cristal, que creo que es el Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras. El techo de cristal, que recubre el Hall del edificio, provoca un efecto invernadero y allí siempre hace más calor que fuera de las dos puertas que lo flanquean. En verano es insoportable estar allí debajo, ahora, se agradecen los cuatro segundos que tardo en cruzarlo para llegar a la otra puerta, donde me veo reflejado justo antes de salir a la calle.

De nuevo, surjo a la superficie, como un pequeño ratón. Me cruzó con algunas chicas, en el mismo sitio donde otros días me he vuelto para mirarle el culo a una que me llamó la atención. La canción sigue golpeando mis tímpanos y para cuando llegó bajo la sombra de los das torres que me flanquean, tengo ganas de ponerme a cantarla a plena voz y todos me miren. Pero no lo hago, porque mi razón esta demasiado en forma para dejar escapar mis impulsos. La facultad de Filosofía esta distribuida en pequeños bloques de edificios, que para quien desconozca su función, supondría de inmediato que son bloques de apartamentos bajos, muy al tipo de los que aparecen en las películas americanas situadas en barrios californianos.

El edificio donde se imparten las clases de alemán esta casi al final de esta especie de calle peatonal, así que tengo que recorrerla, canturreando por lo bajo. Me cruzó con más gente, con más chicas la mayoría con vestidos largos y pelos despeinados, sexys a su manera un poco hippy, un poco pasadas de rosca para estar en el siglo XXI. Cuando llego a las puertas del edificio donde están las aulas es la una y cuarenta minutos, aproximadamente. No hay nadie del curso aún, lo que no me extraña, pero eso me da tiempo a coger un periódico de cuatro hojas y leerlo en un minuto, para volver a dejarlo donde estaba y seguir con mi música y mi canturreo y mi deseo de dar un concierto en ese mismo sitio, con una guitarra eléctrica. Convirtiéndome en Bono y que todo el que pase se quede clavado, oyéndome cantar estas letras a plena voz.

En ese pensamiento imaginario estoy, cuando aparece Miriam. Miriam es la chica que conocí el pasado lunes, después de que me asaltara justo antes de empezar la clase y me hiciera un tercer grado acerca de los mecanismos por los que se rige el curso. Llega acompañada de dos chicos, agarrándole la mano a uno de ellos. Digo hola, y pienso que el día anterior estuve tan ocupado en responder todas sus preguntas que no me dio tiempo ni para fijarme extensamente en su apariencia. Viéndola caminar al lado de esos dos chicos, probablemente recién llegados a la universidad como ella, me doy cuenta de que aún parece un poco niña. El otro día me cayó bien, podría entablar amistad con ella, aunque las posibilidades son remotas, puesto que soy poco dado a hablar más allá de lo necesario con las personas recién conocidas.

No tengo tiempo para pensar ni un minuto más en esto, puesto que por mi izquierda aparece Gloria, Frau Carrillo,... que no es más que la profesora y que, como otros días, me pregunta como estoy justo antes de que pueda siquiera quitarme los auriculares. Intuyo que me dice algo así como: Carlos, el incógnito. Supongo que es porque llevo casi siempre las gafas de sol puestas, no por esnobismo, si no porque el sol me molesta claramente en mis ojos azules.

Me pregunta como estoy y respondo que bien, y de nuevo me pregunta como llevo el alemán, y cuando le digo que solo bueno, me responde que es muy fácil, mucho más fácil que la carrera que yo estudio... Pienso que tiene razón. Gloria es la primera profesora que tengo desde que estoy en la Universidad que sabe como me llamo y tan solo en tres semanas, aunque curiosamente, ahora también sabe como me llamo el Profesor de Genética Evolutiva... lo que hace que este año me sienta más integrado en mis asuntos estudiantiles que cualquiera de los anteriores.

Entramos juntos en el edificio donde solo esta Miriam con su novio y el otro chico que los acompaña. Entramos al aula y Miriam entra detrás de nosotros, y detrás de ella, como de la nada empiezan a surgir más alumnos del curso. Miriam le dice a la profesora que otro chico que viene junto a ella también se va a apuntar al curso. Para la sorpresa mía y de todos los que leéis, no es su novio, sino el otro, que también debe de tener problemas con el alemán de Traducción e Interpretación.

En unos cinco minutos ya estamos sentados y empezando a resolver los ejercicios que nos mandó el último día. La clase, como desde el día en que empezamos, es animada y divertida y las bromas de Gloria de pegarnos tizazos por decir And, en vez de Und son constantes. Después, hacemos un ejercicio a modo de juego, donde ella nos da un caramelo de coca-cola si acertamos a decir la respuesta más rápido que los demás. Al final, yo consigo acertar la última pregunta y me llevo mi caramelito.

Seguimos con la clase con buen rollo. Por cierto, Miriam se ha sentado con su compañero al otro lado del aula. Así, que yo comento las dudas con Francisco y María que están sentados detrás mía desde el primer día. La clase avanza y de alguna manera surge la inevitable cuestión de los insultos en alemán... Al final, después de mucho insistir Gloria nos enseña un par de ellos, no sin antes advertiros de que no se lo digamos a nadie, porque como se enteren acabarán echándola de la facultad, entre las risas de todos.

El último ejercicio que llevamos a cabo consiste en leer cuatro párrafos donde se describe a una serie de personas que viven en Alemania, Austria y Suiza. Yo consigo acertar el significado de una frase hecha y la profesora me regala otro caramelito de coca-cola, así que para cuando se acaba la clase todavía tengo su sabor en la boca, lo que no hace más que aumentar mi hambre por no haber comido aún.

Al finalizar la clase, Miriam se marcha con su compañero, al igual que todos los demás. Yo, Francisco, su novia María y otra chica nos quedamos hablando con Gloria sobre el Curso previsto en Passau el próximo verano. Algo con lo que llevamos luchando un par de días ya, porque Gloria no hace más que inocularnos el veneno para que asistamos, y nosotros cada vez estamos más deseosos de que llegue el mes de junio para visitar esa ciudad, fronteriza con Austria y la República Checa.

Nos despedimos y salgo camina con Francisco y Maria, hablando sobre Passau. No los conozco mucho, aunque la cara de ella me resulta familiar por algún motivo. Pienso que me caen aceptablemente bien y son bastante agradables. Cada día conozco ha alguien del Curso de Alemán un poco mejor, lo que creo que es una buena señal del buen ambiente que hay, por mucho que sea inevitable a veces hacerse prejuicios sobre ciertas personas o situaciones.

2 comentarios

woodsman -

No leí al que aludiste anteriormente, en el que te quedaste con el personal. ¿Lo colgaste y lo volviste a quitar? Será por eso que no he entendido muy bien el propósito de la historia que has colgado hoy. ¿Nos estás contando solo acontecimientos o hay algo que quieras decir con la historia?

La Mariposa -

Hola, Carlos!

Sólo he visto una historia, ¿dónde has subido la otra? Ya me dirás.

Espero que no te tomaras mal mi comment del otro día. ¿Sabes? Los blogueros solemos escribir para nosotros mismos primero, para compartir después. Mis palabras sólo pretendían animarte a que escribieras lo que sintieras y necesitaras en cada momento, independientemente de lo que piensen u opinen los demás.

¿Has probado alguna vez abrir tu corazón en canal, ver con lupa lo que hay dentro e intentar vomitarlo sobre un papel?

Hala, ahí es nada...

Besos voladores ;-)