Manzanas
La última vez que te vi,
comiendo manzanas
aprendí a sentirte
como esa pulpa carnosa.
Podría dibujarte ahora,
con tu manzana entre tus manos,
danzando al cielo
con tu pelo al aire y tu risa,
tus ojos de corteza de madero.
Pero no son más que confabulaciones,
ficciones que dibuja mi cabeza
para sentirte más cerca
y calmar mis anhelos de besarte.
Y mi alma sueña con recorrer
los doscientos tres kilómetros que nos separan,
paso a paso…
pero al final solo me queda recordar,
que ya es un día menos para verte,
y que es un día más que te tengo.
comiendo manzanas
aprendí a sentirte
como esa pulpa carnosa.
Podría dibujarte ahora,
con tu manzana entre tus manos,
danzando al cielo
con tu pelo al aire y tu risa,
tus ojos de corteza de madero.
Pero no son más que confabulaciones,
ficciones que dibuja mi cabeza
para sentirte más cerca
y calmar mis anhelos de besarte.
Y mi alma sueña con recorrer
los doscientos tres kilómetros que nos separan,
paso a paso…
pero al final solo me queda recordar,
que ya es un día menos para verte,
y que es un día más que te tengo.
Un regalito niña, para que te acuerdes de mí hasta que llegue el viernes o el sabado y nos veamos.
Carlos.
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Irene -