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CruceDeCaminos

Escuchando U2

Hoy me ha pasado una situación que me ha hecho reflexionar sobre el destino, sobre como las cosas parecen estar entonadas como una melodía, que se corresponde, que se va a enlazando sinfónicamente hasta componer canciones o cacofonías.

Una persona puede dejarse llevar y que el simple acto de sentarse en un sitio a esperar algo le cambie su vida. Puede que me pase a mí o que le esté pasando en este momento a alguien en California u Hokkaido. Y es que este medio día, cuando me dirigía al Curso de Alemán que estoy llevando a cabo, iba tan tranquilamente, escuchando a U2 a través de los cascos, me ha pasado lo que sigue:

Cuando he entrado en el edificio donde está el aula donde se imparten las clases, solo había otra persona más, una chica que está conmigo en el curso. No la conozco mucho, salvo porque el último día hice un ejercicio junto a ella. La he saludo amablemente y ella ha salido fuera del edificio para sentarse un banco, también inmersa en su música, mientras esperabamos a la profesora. Si yo fuera una persona locuaz que se pasa todo el día dejándose la lengua en entablar conversaciones con los demás, probablemente habría salido fuera también y le habría preguntado alguna cosa absurda con tal de no sentirme raro. Pero yo no soy así, y prefiero ser raro, parecer un poco huraño cuando la realidad es que soy un poco taciturno.

El caso es que he preferido quedarme dentro del edificio, yo solo... escuchando a Bono poner voz de falsete. Y esto puede haber cambiado mi vida, o no, convirtiendo este simple hecho en el comienzo de un concierto sinfónico que influya en toda mi vida, o que quizás solo sea el empiece de una canción pop, barata, de cuatro minutos y medio, o que en realidad, esté llevando todo esto demasiado lejos y toda la situación no sea más que una mota de polvo en la hoja donde se está componiendo esta especie de opereta que es mi vida.

Y os direís, tanta historia, pero aún no ha pasado nada... y es que por mi timidez que es el verdadero desencadenante, y por mis ganas casi siempre de estar solo, Dios me ha castigado y me ha enviado un severo correctivo en forma de chica encantadora y parlanchina hasta el extremo.

Por el simple hecho de estar sentado allí, solo a las puertas de la clase mientras el resto de compañeros esperaban fuera, al sol, esperando que dieran las dos de la tarde, ella se ha acercado a mi y ha comenzado su interrogatorio. ¿Eres del Curso de Alemán? ¿Sabes a que hora empiezan las clases? ¿La Profesora se llama Gloria? ¿En que clase se da el Curso? ¿Me puedo sentar al lado tuyo?... así, hasta llegar a la pregunta número mil que ha llegado cuando nos despediamos una hora y media después, después del curso, de pasear cinco minutos hasta el aparcamiento, de que ella me cuente que estudia Traducción e Interpretación, que es muy difícil, que no se entera de nada, que se va a apuntar a nuestro curso para mejorar su nivel, que se está sacando el carnet de conducir, que debería estar en la Escuela de Idiomas a esa misma hora,...

...Nunca había intercambiado tantas palabras y tanta información con otra persona en nuestra primera hora y media de relación.

Y podría decir que me estoy enamorando, o que me estoy obsesionando por un solo encuentro, que he perdido la cabeza, que no pienso en ella nada más que como objeto de estudio acerca de la casualidad y la causalidad, que así es como se conocen las personas de las historias y poemas que escribo, que así es como me gustaría conocer a la mujer de todos esos poemas que tanto os parecen gustar, que o mejor no la veo más, o a lo mejor dentro de quince años aún es mi mejor amiga. Solo me queda mantener la cabeza fría.

Esperaremos al miercoles, para saber que se compone a partir de todo esto... Y todo esto para describiros que hoy descubierto un ligero mecanismo de funcionamiento del destino.

Carlos.

P.S.: Recordaís cuando Al Pacino encuentra a la chica siciliana en El Padrino, y se casa con ella. Ese Rayo que describe Mario Puzo tan bien en la novela, en boca de los dos campesinos-secuaces que lo acompañan... En eso me baso para todos mis encuentros de amor instantaneo que llenan mis historias y mis poemas.

3 comentarios

La Mariposa -

Carlos,

Ni el azar es por casualidad. La historia que cuentas me recuerda al primer novio que tuve en la universidad, entre bancos, campanas y apuntes. Disfrútalo... y si el Ella, Ella será.

Besos voladores ;-)

Enelcamino -

Yo te creo, Carlos porque yo sé lo que es esa fuerza y esas ganas que se apoderan de ti desde los primeros minutos de conversación con alguien desconocido y que de repente pasa a formar parte de ti.
Esto debe ser "eso que llaman flechazo".
Y saca la lección, el destino te está esperando en el lugar menos esperado, así que siempre es recomendable hablar con extraños.
Besos y suerte.

Marta -

Sabes que no me puedo creer que tú seas tímido?
Pero... Como puedes enamorarte en segundos? uys... Ya contarás el miércoles!!